Servicios psicológicos adaptados a tu proceso
Terapia para adultos
¿En qué consiste?
Esta intervención se centra en el acompañamiento psicológico de personas adultas que atraviesan situaciones de malestar, crisis personales o dificultades emocionales que impactan en su calidad de vida. Se trabaja desde una evaluación rigurosa y con herramientas clínicas adaptadas a cada caso.
¿Cómo se aborda?
A través de un plan de trabajo personalizado, se establecen objetivos terapéuticos y se aplican estrategias que permitan comprender el origen del malestar, modificar patrones de pensamiento o conducta y recuperar el equilibrio personal.
Temas que se trabajan:
- Trastornos de ansiedad: generalizada, pánico, fobias, obsesiones.
- Estado de ánimo: depresión, distimia, apatía, bloqueos emocionales.
- Trastornos adaptativos: reacciones intensas ante cambios vitales o estrés.
- Problemas de sueño: insomnio, despertares frecuentes, inquietud nocturna.
- Rasgos de personalidad rígidos o desadaptativos.
Terapia para adolescentes
¿En qué consiste?
Un espacio terapéutico orientado a personas desde los 16 años, que se encuentran en una etapa de desarrollo compleja y con múltiples retos emocionales y sociales. Se ofrece acompañamiento individual adaptado a esta franja de edad.
¿Cómo se aborda?
Las sesiones pueden incluir tanto trabajo individual como coordinación puntual con el entorno familiar o educativo. Se utilizan técnicas que combinan reflexión, expresión emocional y desarrollo de habilidades para afrontar la vida cotidiana.
Temas que se trabajan:
- Construcción de identidad y sentido de pertenencia.
- Autoestima, imagen corporal y seguridad personal.
- Regulación emocional y manejo de impulsividad.
- Relación con la familia y figuras de referencia.
- Toma de decisiones y orientación vocacional o personal.
Terapia para personas mayores
¿En qué consiste?
Esta intervención está pensada para quienes, en la etapa adulta final, enfrentan situaciones emocionales que alteran su bienestar diario. El trabajo terapéutico se orienta a comprender y gestionar experiencias como el duelo, la soledad o los cambios en la salud, manteniendo siempre una mirada respetuosa y cercana.
¿Cómo se aborda?
Tras una evaluación inicial, se diseña un proceso terapéutico adaptado a las necesidades de cada persona. Se integran herramientas clínicas que ayudan a elaborar las pérdidas, reforzar el sentido vital, promover la autonomía emocional y generar recursos frente a los retos propios del envejecimiento.
Temas que se trabajan:
- Pérdida de seres queridos, cambios físicos o de rol social.
- Soledad emocional, aislamiento, falta de vínculos significativos o apoyo familiar.
- Tristeza persistente, falta de motivación, melancolía, sensación de vacío o apatía.
- Miedo al futuro, inseguridad o síntomas físicos sin causa médica.
- Cambios vitales como la jubilación, dependencia progresiva, adaptación a nuevas rutinas.